• Polvo en la superficie o «harinado» al barrer.
  • Manchas que vuelven y dificultan la limpieza.
  • Transito medio/alto con marcas de ruedas.
  • Suelo recién fratasado que quieras estabilizar antes de uso intensivo
  • Zonas de limpieza frecuente.
  • Pavimentos muy porosos / envejecidos.

Antes y Después de nuestro trabajo